viernes, 18 de septiembre de 2009









miraron tus ojos sinceros directamente a los míos. asentiste, y cerraste el cajón de las promesas vacías para no volver a abrirlo nunca más. mi pelo ondeaba ante el viento frío de aquel principio de octubre. media sonrisa en los labios, ingenua. aquel sería nuestro último día juntos, pero sólo tú lo sabías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario